Las mejores técnicas de concentración para estudiar
En ocasiones, la carga de trabajo académico puede resultar abrumadora y esto puede afectar el rendimiento. Justamente por ello, existen distintos tipos de técnicas de concentración para estudiar que permiten reducir las distracciones y enfocarse en los contenidos a asimilar de manera eficaz.
¿Por qué es necesario tener una buena concentración durante el estudio?
A lo largo de la carrera universitaria, los estudiantes se enfrentan a programas de estudio exigentes y cargas horarias completas en las que resulta fundamental poder organizar los periodos de estudio y aprovechar al máximo el tiempo dedicado a ello. En la mayoría de los casos, una de las dificultades más significativas de los estudiantes es la falta de capacidad de concentración.
En Destu, conocemos muy bien este aspecto de la vida universitaria y las dificultades que ello supone para los estudiantes. Por eso, disponemos de una plataforma que permite acceder a todo tipo de beneficios para estudiantes y contenidos de interés que pueden ayudar a quienes se preguntan cómo enfocarse más en los estudios para aumentar el rendimiento.
A continuación, desarrollamos las distintas técnicas y métodos de concentración que han probado su eficacia para conseguir dicho propósito. Dichas técnicas se orientan en maximizar la capacidad de asimilar conocimiento y formar hábitos de estudio donde la concentración se desarrolle de manera eficaz. Asimismo, cada una de estas técnicas resultarán más o menos eficaces en función del contenido a incorporar.
Técnicas de concentración para estudiar
Las técnicas de concentración son un conjunto de acciones y ejercicios que permiten comprender cómo concentrarse para estudiar un determinado material y formar hábitos de estudio beneficiosos. La mayoría de ellos pueden combinarse en función del material de estudio y las necesidades de cada estudiante.
Método Pomodoro
Si nos preguntamos qué es necesario para concentrarse, debemos saber que la concentración es algo que se debe practicar y que exige constancia. Por lo tanto, el método Pomodoro resulta muy útil para ello. Consiste en dividir el tiempo de estudio en ciclos de cuatro intervalos de 25 minutos cada uno y un descanso de 5 minutos. Tras cada ciclo, un descanso prolongado de 20 minutos. Aquí puedes encontrar más información sobre la técnica de Pomodoro para estudiar.
Organización previa del material
Una de las mejores técnicas de concentración para estudiar no tiene que ver con estudiar, sino con preparar previamente el terreno. En efecto, para maximizar la capacidad de concentración, es necesario organizar el material y disponer de un diagrama mental de sus distintas partes. Una vez hecho esto será posible concentrarnos en las partes más fácilmente.
Entorno de estudio
De modo similar al caso anterior, para maximizar la capacidad de concentración, resulta fundamental reducir al mínimo las distracciones y las influencias externas. Esto no necesariamente quiere decir encerrarnos en la biblioteca o en nuestra habitación; de hecho, esto puede aumentar la ansiedad y cualquier mínima distracción se magnifica. Conviene elegir un lugar al aire libre en un entorno familiar, en el que las distracciones se conviertan en ruido de fondo.
Organiza la sesión en etapas
Para reducir el tiempo dedicado a otras tareas entre los intervalos de estudio definidos, lo mejor es organizar estas otras tareas de manera previa para reducir la necesidad de concentrarnos en ellas. Organizar las comidas, las pausas de relajación, las comunicaciones o los trámites que debamos atender, entre muchas otras, garantiza que toda nuestra atención se concentre en el estudio.
Definir prioridades
Durante la organización de la sesión de estudio, es necesario identificar y clasificar los temas a abordar por su orden de importancia o complejidad para asignarle distintos grados de prioridad al material. De esta manera, podremos dedicarnos a cada material de estudio de manera íntegra sin preocuparnos por el resto de los temas pendientes. Esto reduce el estrés y facilita la concentración a corto plazo.
Técnicas mnemotécnicas
Las técnicas mnemotécnicas son un sistema de memorización de información que permiter simplificar la información y mejorar la capacidad de asimilar diferentes datos. Básicamente consiste en añadir un nombre familiar a un conjunto de datos, facilitando la memorización por sus iniciales por ejemplo. En este artículo encontrarás más información sobre la memorización mnemotécnica.
Relajación y distensión
Las personas disponen de un límite para mantener la concentración. Si bien esto puede entrenarse, resulta necesario intercalar periodos de relajación y distensión entre unidades de contenido para alcanzar un sentimiento de conclusión y continuar con el siguiente tema. Por lo tanto, conviene tomarse descansos breves sin realizar actividades que puedan distraernos demasiado.
Atención plena y mindfulness
La concentración es una capacidad que puede entrenarse como cualquier otra. Una de las mejores maneras de hacer esto es dedicar breves periodos de tiempo a realizar ejercicios de meditación que nos permitan asumir un estado de conciencia claro y resuelto. Para conseguirlo, uno de los ejercicios más sencillos consiste en cerrar los ojos y concentrarnos en nuestra respiración. Por supuesto, esto también requiere práctica.
Observación consciente
Finalmente, otra técnica de gran rendimiento para mejorar la concentración consiste en un ejercicio en el que el estudiante debe entrenar a su mente para reducir la influencia de factores ajenos al estudio. Se practica eligiendo un determinado elemento como foco de concentración durante el mayor tiempo posible. Esto permite adquirir el hábito de delimitar la concentración durante las sesiones de estudio y sostenerla por más tiempo.
En Destu sabemos que los estudiantes pueden verse abrumados por la carga de trabajo que la universidad les exige. Por eso nuestra plataforma ofrece una gran variedad de descuentos y ventajas para los estudiantes, para que la vida sea algo más sencilla!
